.Coldplay. Fix You (Te confortaré)  

 

«Perdona la ofensa a tu prójimo y, tus pecados te serán perdonados»

 
  

 
 
 
 
 
 
Lectura del libro del Eclesiástico

Rencor e ira también son detestables, el pecador los posee. El vengativo sufrirá la venganza del Señor, que llevará cuenta exacta de sus pecados. Perdona la ofensa a tu prójimo y, cuando reces, tus pecados te serán perdonados.
Si un ser humano alimenta la ira contra otro, ¿cómo puede esperar la curación del Señor? Si no se compadece de su semejante, ¿cómo pide perdón por sus propios pecados? Si él, simple mortal, guarda rencor, ¿quién perdonará sus pecados?
Piensa en tu final y deja de odiar, acuérdate de la corrupción y de la muerte y sé fiel a los mandamientos. Acuérdate de los mandamientos y no guardes rencor a tu prójimo; acuérdate de la alianza del Altísimo y pasa por alto la ofensa.

Eclo 27,30-28,7

Salmo Responsorial

R. El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,

y te colma de gracia y ternura. R

No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre los que lo temen;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R

Sl 102,1-2.3-4.9-10.11-12 (R.: 8)

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos
Hermanos:
Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que, ya vivamos ya muramos, somos del Señor.
Pues para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de muertos y vivos.

Rom 14,7-9

Lectura del santo Evangelio según San Mateo

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados.
Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: “Págame lo que me debes”. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido.
Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

Mt 18,21-35

"Perdoneu les nostres culpes com nosaltres perdonem..."

En el parenostre sempre resem: Perdona les nostres culpes com nosaltres perdonem els nostres deutors. Però és fàcil perdonar? Si tenim en compte la insistència de Jesús sobre el perdó i la realitat de molts cristians incapaços de perdonar ens adonarem com n’és de difícil el perdó. Per això Jesús a l’evangeli presenta el contrast entre aquell ministre que devia al rei deu mil milions (una quantitat fora mida) i el seu company que li devia uns quants diners (una menudesa). El primer demana: Tingueu paciència i us ho pagaré tot. I el rei, de bon cor, se’n compadí i li perdonà el deute. Imaginem-nos l’alegria i la gratitud d’aquest ministre envers el rei. Semblaria que hauria d’estar disposat a condonar al seu company els pocs diners que li devia, però —diu l’evangeli— ell no en va fer cas i el va tancar a la presó fins que li pagués el deute. Les paraules del rei en assabentar-se de la conducta d’a quell mal ministre són molt clares: Que n’ets de mal home! Jesús ens vol fer veure que Déu ens perdona sempre ni que les nostres faltes siguin molt grans (com deu mil milions), i per tant nosaltres també hem de saber perdonar als nostres germans les seves ofenses que, per molt grosses que siguin, sempre són una menudesa en comparació amb el que Déu ens perdona.
Ja a l’AT trobem: Perdona als altres el mal que t’han fet, i Déu et perdonarà els pecats quan tu el preguis. L’home... que no s’ha compadit d’un home com ell ¿ara s’atreveix a pregar pels seus propis pecats? Si fóssim conscients de tot el que ens perdona el Senyor no ens costaria tant perdonar els germans. Pau ens recorda que mentre vivim, vivim per al Senyor: hem d’intentar actuar com Crist i no recordar sempre els greuges. Jesús acaba dient: Així farà amb vosaltres el meu pare celes tial si cadascú no perdona de tot cor el seu germà. La paraula de Jesús és clara: perdonar de tot cor el nostre germà, oblidant les seves ofenses. I perdonar sempre com ho fa el nostre Pare.

Mn.Jaume Pedrós

Música Sacra

Con el nombre de Música Sacra agrupamos las obras musicales cristianas que a lo largo de la historia han creado los grandes compositores para destacar la obra de Dios. Nació en Europa en la Alta Edad Media con los ritos cristianos en el ámbito de las iglesias. Los antiguos cantos medievales dieron paso a las Misas y Cantatas del Barroco.

La época dorada de la música religiosa se inicia con los cantos gregorianos, alcanzan la mayoría de edad con Johann Sebastian Bach, continúa con Mozart y finaliza con las Misas de Beethoven. Mas tarde la musica sagrada deja de tener tanta importancia en la vida social y los compositores se acuerdan de ella excepcionalmente.

Glória de Vivaldi

Réquiem de Mozart Passió segons sant Joan. Bach
El Messies de Händel I El Messies de Händel II El Messies de Händel III
La Passió segons sant Mateu I La Passió segons sant Mateu II Messa da Réquiem de Verdi


 

  

 

 
 
 
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